viernes, marzo 26, 2004

Cercan a Serranía en el Metro

(2004-03-26)

A como están las cosas todo se puede esperar. En los últimos días se ha generado una sucesión de falsas alarmas en la posibilidad de ataques con bombas, que podrían tener dos intenciones y remitentes distintos: Por un lado el sindicato dirigido por el diputado federal Fernando Espino Arévalo, con el fin de recuperar los controles y prebendas que tenía, o un grupo al interior del Gobierno del Distrito Federal que busca el inmediato relevo de la directora General Florencia Serranía Soto, nombrada apenas el 20 de febrero.
El dicho de personas al interior del Metro no es lejano a tales posibilidades. Las ambiciones de Espino Arévalo fueron detenidas por el anterior director Javier González Garza, quien se mostró inamovible frente a los ataques, las presiones y las negociaciones que pretendía. Por el contrario, cerró la puerta a Espino, quien entonces acudía a Alejandro Encinas para tratar de negociar.
La otra vertiente es la inexperiencia política de la ingeniera mecánica Florencia Serranía Soto, quien de manera intempestiva fue nombrada en relevo de Javier González Garza el pasado 20 de febrero. Diez días después, el 1 de marzo, fue creado un nuevo puesto para poner a su lado a José Alfonso Suárez del Real, quien deberá encargarse de la operación política. Es decir, las relaciones políticas y laborales con el sindicato y todo aquello que tenga que ver con la seguridad.
La débil posición de Serranía en el Metro ya comenzó a manifestarse cuando el pasado miércoles, por ejemplo, fue el subdirector Suárez del Real quien realizó declaraciones respecto al bulto encontrado en la estación Balderas, que paralizó el servicio de la línea 3 por alrededor de 40 minutos. Es decir, es una dirección bicéfala: técnica por un lado, política por el otro.
El envoltorio contenía una caja metálica de 15 centímetros de largo y en su interior había un reloj. Sin duda se puso ahí para causar terror.
Suárez del Real se mantuvo en la administración de Dolores Padierna en la delegación Cuauhtémoc, como una herencia de Jorge Legorreta. Inició como coordinador de asesores y debido a sus relaciones con los líderes de los giros negros tuvo conflictos con Lenia Batres, a quien después sustituyó como director Jurídico y de Gobierno, para finalmente ascender como Jefe Delegacional interino cuando Padierna solicitó permiso para contender como diputada federal. Su puesto anterior había sido como director general de Regularización al Transporte de la Secretaría de Transportes y Vialidad.
Pero eso no es todo lo que pasa en el Metro. Como Serranía Soto es una mujer sin experiencia en la administración pública, pues en octubre de 2001 también llegó de forma abrupta a la dirección de Servicios de Transporte Eléctricos del DF en reemplazo de Mario Zepeda, el oficial mayor Octavio Romero Oropeza le incrustó como subdirector General de Administración y Finanzas a uno de sus alfiles, el ingeniero Víctor Navarro.
E, incluso, el prófugo Gustavo Ponce Meléndez tuvo cuota en el nuevo equipo, al llevar de la Secretaría de Finanzas, donde se encontraba como directora de Deuda Pública, a Victoria Rodríguez Ceja, quien ahora ocupa la cartera de directora de Programación y Presupuesto en el Metro. Serranía está cercada.

Addendum

Javier González Garza fue cesado el 20 de febrero, luego de que el día 11 había dicho en la Asamblea Legislativa que el Metro no daba buen servicio. Que algo tuvo que ver la Oficialía Mayor.

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