martes, marzo 30, 2004

Procurador impune

(2004-03-30)
http://www.lacrisis.com.mx/cgi-bin/cris-cgi/DisComuni.cgi?colum2920040330013559

Considerado como un maestro en la Teoría del Derecho, Bernardo Bátiz Vázquez sólo ha mostrado que las leyes sirven para todo, menos para cumplirlas, sobre todo si se es el encargado de su aplicación.
El pasado viernes rompió el sigilo y confidencialidad de la investigación que sigue a Carlos Ahumada Kurtz y a las empresas de este, y cometió un delito imputable en la Ley de los Servidores Públicos, cuando dio a conocer que información encontrada en las oficinas del empresario daban cuenta del apoyo a una caravana durante la campaña electoral de Vicente Fox.
De rancia formación panista, desde 1976 Bátiz comenzó a evidenciar el abandono del PAN a los principios doctrinarios del partido fundado por Manuel Gómez Morín, y previó el embate que del partido hizo una nueva corriente calificada como neopanista y proempresarial.
Amigo cercano de Jesús González Schmall y apasionado defensor de la doctrina demócrata cristiana, abandonó las filas del PAN en 1992 junto con González Schmall, Jorge Eugenio Ortiz Gallegos, José González Torres, Adolfo Christlieb Morales y Pablo Emilio Madero, conocidos como los foristas, para formar el Partido Foro Democrático.
Más tarde, cuando tuvieron una serie de dificultades para lograr el registro de Foro Democrático, decidieron integrarse a la Alianza Democrática Nacional (ADN), que promovió la segunda candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas.
Por aquellos días se convirtió también en asesor y cercano a Samuel I. del Villar, representante del PRD en el IFE, y a la postre Procurador General de Justicia del Distrito Federal, con el que siguió como asesor durante la administración de Cuauhtémoc Cárdenas a la vez que diputado federal ya por el PRD, mientras González Schmall llegó a la oficialía mayor del Gobierno del Distrito Federal.
Haber estado cerca de Samuel del Villar le acarreó simpatías y la posibilidad de ser nombrado procurador capitalino por Andrés Manuel López Obrador, misión que ha cubierto con una serie de desaciertos, desde las declaraciones y resultados del homicidio de Digna Ochoa, hasta las recientes filtraciones que hizo a la prensa de videos, notas y recibos internos de las empresas cateadas.
Si tales documentos fueron encontrados en el cateo, pertenecen a una investigación y deberían estar reservados. Bernardo Bátiz ha negado en varias ocasiones información sobre asuntos en investigación, porque “no podemos romper la confidencialidad”, pero ahora él y sus operadores buscaron a los reporteros para filtrar la información en un acto de abierta impunidad.
Además, es importante comentar que para hacer la investigación del domicilio ubicado en el número 335 de Avenida Chapultepec, colocaron sellos de la Fiscalía de Homicidios y sus colaboradores dejaron correr la versión de que ahí, donde también son oficinas de Carlos Ahumada, se había cometido un asesinato.
Esto demuestra una nueva irresponsabilidad del encargado de procurar justicia en el Distrito Federal, que en aras de confundir a la opinión pública sobre la magnitud de los hechos y las evidencias de los videoescándalos, pretende tender una cortina de humo. Con total impunidad, Bátiz le miente a la opinión pública.

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