martes, marzo 23, 2004

Cochupos con los familiares

(2004-03-23)
http://www.elindependiente.com.mx/articulos.php?id_sec=12&id_art=12571&id_ejemplar=302

Los perredistas escupieron para arriba y más pronto que un cojo cayeron en lo que siempre denostaron. Si hablaron de sacar del gobierno a una clase política corrupta, nepotista, autoritaria y decenas de lindezas más, apenas dieron vuelta a la esquina se descubrieron peor que aquellos.
En su borrachera democrática, no fueron suficientemente sensibles, mesurados, sabios para entender que el poder es una cosa pasajera; se subieron a la ola y se dejaron arrastrar. Alegres disfrutaron del autoritarismo.
Hoy muchos andan con el Jesús en la boca, a la espera de que les saquen un video porque, ya nos dimos cuenta que la Contraloría General del Gobierno del Distrito Federal sólo sirve, como la Federal, para tapar a los amigos y perseguir a los enemigos.
Tal es el caso de la actual coordinadora parlamentaria del PRD en la Asamblea Legislativa, María Guadalupe Chavira de la Rosa, quien como jefa Delegacional en Milpa Alta durante la pasada legislatura hizo un cambalache con su homóloga de Iztacalco, Elena Margarita Tapia Fonllem para dar empleo a dos familiares de ésta, a cambio de que en Iztacalco trabajaran dos integrantes de la familia Chavira.
En 2002 ocurrió un caso de nepotismo en Iztacalco, que comenzó meses después de que Tapia Fonllem tomó la jefatura delegacional, luego del triunfo que logró por la coalición Partido del Centro Democrático-PRD.
Para esos días llevó consigo al esposo de su hermana Claudia Patricia, Héctor Luque Mercado, y lo instaló como Jefe de Unidad. Al pasar de los meses Luque Mercado ascendió de puesto como Subdirector de Servicios Generales y en los albores de 2002 fue premiado con el cargo de Director de Recursos Materiales. Todo iba bien hasta que en junio de ese año fue hecho renunciar de forma intempestiva por Elena Tapia, porque este reportero descubrió su parentesco.
Así que para buscarles acomodo, Tapia negoció con Chavira de la Rosa para que tanto Claudia Patricia Tapia Fonllem como Héctor Luque Mercado fueran inscritos en la nómina de Milpa Alta como Jefes de Unidad “B”.
A cambio, la hoy coordinadora parlamentaria del PRD en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal consiguió que en Iztacalco fueran recibidos sus hermanos Gilberto y Héctor. De esa forma Gilberto Chavira de la Rosa ocupó el cargo de Subdirector “A” y Héctor Chavira de la Rosa el de Jefe de Unidad “A”.
Ambas funcionarias violaron la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos en su artículo 47, fracción XIII y XVII, que prohibe este tipo de contrataciones cruzadas de familiares de funcionarios.
Por cierto, en 2000 Elena Tapia pagó también la cuota política por haber competido bajo los colores del Partido del Centro Democrático en la persona de Lourdes Ebrard Casaubón, hermana del actual secretario de Seguridad Pública. Sin embargo, luego hubo un rompimiento de Tapia con el PCD, se fue a construir el Partido México Posible con Patricia Mercado, con la que también salió mal y finalmente se refugió en Convergencia.
A tal grado fue el rompimiento que a la hermana de Marcelo Ebrard la sacó de las instalaciones delegacionales ayudada precisamente por la fuerza pública.
De este tamaño están las cosas… y si le seguimos rascando, ¿hasta dónde vamos a llegar?

Addendum

La semana pasada que dimos a conocer los arreglos entre el Jefe de Gobierno del Distrito Federal y el Grupo Panteras para entregarles alrededor de 4 mil placas del servicio público concesionado con el fin de regularizarlos, puesto que son piratas, nos escribió el señor Fernando Cervantes, quien acudió el domingo 14 al Zócalo con el fin de protestar en contra de López Obrador. Pues resulta que esta persona y siete acompañantes más fueron agredidos y amenazados si no se iban minutos antes de que saliera López Obrador. Incluso, el líder de los Panteras, Álvaro Castillo Hernández fue quien controló a los taxistas para que las cosas no pasaran a mayores… Uno de los requisitos para pertenecer al Grupo Panteras, además de pagar los 4 mil pesos por el amparo y 150 pesos semanales, es tener total disposición para acudir en el momento cuando se necesite a mítines, movilización para las votaciones, repartir los apoyos (léase banderines, camisetas, despensas ya armadas), pero sobre todo apoyar los actos del Jefe de Gobierno como fue el acarreo al mitin de desagravio y destape de Andrés Manuel López Obrador, al que llevaron a los cientos de personas de la tercera edad desde los lugares más alejados del Centro Histórico. Para estar listos, otro de los requisitos es tener un radio de banda civil para correr la voz al resto de la organización del Frente Popular Francisco Villa…

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