miércoles, mayo 05, 2004

El taquero de Zacatépetl y las invasiones


El lunes 26 escribí en este espacio: “Afirman vecinos de Tlalpan que la invasión a las zonas protegidas no se ha parado y, por el contrario, se agudizó desde la llegada de Salvador Martínez della Rocca (a) El Pino como delegado en 1997, y continuó durante el mandato de Gilberto López y Rivas, cuando Mireya Ímaz, hermana del hoy Jefe Delegacional con licencia definitiva, fue directora general de Ecología y Desarrollo Sustentable”.
A las 14:40 horas del miércoles 28, López y Rivas envió la siguiente réplica: “Estimado Señor: yo no tengo ni he tenido que ver con los planes que ustedes denuncian en este correo. Me parece irresponsable que se haga tabla rasa de todos los actores políticos que hemos intervenido en Tlalpan. Yo corri (sic) a Carlos Ahumada de mi oficina, le dije en el 2001 que era un corruptor y un neocacique y no permití proyectos millonarios de inmobiliarias, ni permiti (sic) al Tec de Monterrey la expansiós (sic) de su preparatoria, a pesar de las presiones de todo mundo, ni otorgue permisos a las gasolineras del periferico (sic), ni otorgue licencia de bar al restaurante Las Campanas y mantuve al taquero de Zacatepetl sin entrar en Tlapan (sic). Les ruego manejen su información con responsabilidad, sin convertirse en Ministerios Públicos. Cualquier denuncia que tengan en contra mia haganla (sic) con pruebas en la mano. Un saludo cordial- Gilberto López y Rivas”.
Debo recordar al señor ex Jefe Delegacional que la función del periodismo no es la de Ministerio Público, pero si la de ejercer como contrapoder a los usos y abusos del poder político y económico, y como en el caso de él, señalar las irregularidades y omisiones en que incurrió, no sólo en varios de los casos que él mismo cita, sino también en el de las invasiones.
Primero debo decir que en el famoso caso (por él mismo llevado a ese extremo) del “taquero de Zacatepetl”, nunca pudo evitar que el señor siguiera vendiendo ahí y hoy día, aún se puede pasar, verlo, y acaso comerse un taco a su salud. Pero lo que es peor, López y Rivas en todas las reuniones que tenía con los ciudadanos, sacaba a colación a este hombre y su guerra personal, el que cuando iban por él, se pasaba al lado de Coyoacán y viceversa.
Pero también le recuerdo que alguna ocasión fue entrevistado en el estudio de Televisa por Brozo. Ese día la señora Alicia Legorreta y Rueda le preguntó al aire ¿por qué seguía alcahueteando la invasión de las zonas ecológicas, en contubernio con Susana Manzanares?
Cuando regresó del noticiario, pasadas las 8:30 horas, ya le estaba hablando a la habitante de Tlalpan: “Señora Legorreta, qué le pasa, permítame platicar con usted. Ahorita mismo Judith (su secretaría) le dice cuándo le damos cita”.
Alrededor de las 10 horas le dijeron que podía pasar al otro día, luego de que tenía un año de haberle solicitado una reunión para hablar de temas que afectaban a la comunidad. Ese día, cuando se trató de las invasiones en el campamento El Fresno y otra en la carretera Picacho-Ajusco, donde están los ecoguardas, como López y Rivas no sabía nada de eso —además de muchas otras cosas más—, mandó llamar a su Director General Jurídico y de Gobierno, Rigoberto Ávila Ordoñez.
“No sé que compromisos de campaña tenga, que se haya comprometido por votos”, apeló la dama. “Bueno, ¿pues si esas zonas son invadidas, qué quiere que hagamos?”´, respondió el ex guerrillero Ávila Ordoñez, a lo que Alicia Legorreta expresó: “Están construyendo y hacen casas de tres pisos, ¿por dónde entra el material, por qué los dejan pasar?”. Nuevamente la respuesta de Ávila Ordoñez: “¿Qué quiere, que metamos buldozers y los acabemos? No, eso no lo vamos a hacer, vamos a dialogar con ellos”.
Y ese diálogo fue tan eterno que terminó la gestión de López y Rivas y los asentamientos irregulares en suelo de conservación siguen… protegidos por el propio gobierno delegacional.

renatoconsuegra@yahoo.com.mx

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