viernes, mayo 07, 2004

Salinas vs Zedillo en PRI-DF

(2004-05-07)
http://www.lacrisis.com.mx/cgi-bin/cris-cgi/DisComuni.cgi?colum2920040507030529

El pasado jueves 29 de abril expresé en este espacio que el problema y gran reto del PRI en el Distrito Federal es saber si tendrán la capacidad de encontrar candidatos socialmente presentables o como decían algunos de sus militantes: “caras amigables”.
De entrada los que se pusieron en la línea de partida para la elección de presidente del PRI en el DF fueron el diputado local Jorge García, el líder del Movimiento Territorial priísta en la ciudad Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, Vicente Gutiérrez Camposeco y el ex dirigente de la CNOP local Jorge Schiaffino.
Pero hay quienes piensan que no es el momento de que el partido sea dirigido por cuadros con apoyo en la base merced a cacicazgos y clientelas, pero poco sustento político. Por esto mismo consideran como un deber para entrar a la pelea, el de los llamados pesos pesados, que permitan rehacer al tricolor en la capital del país donde es prácticamente inexistente.
Ante este panorama ya se enlistó María de los Ángeles Moreno, conocida por su cercanía con Carlos Salinas de Gortari, con quien participó como secretaria de Pesca; además, ella le manejó la Cámara de Diputados y fue a quien el ex presidente le dio el reconocimiento como Mujer del Año en noviembre de 1994, en los momentos cuando Mario Ruiz Massieu la acusaba de enderezar un complot contra la investigación por la muerte de su hermano José Francisco, a quien Moreno suplió en la secretaría general del partido. “Los demonios andan sueltos”, dijo el entonces el subprocurador, también desaparecido.
Pero en el camino que apunta hacia la sucesión presidencial de 2006 también existen quienes estiman la posibilidad de ver la rehabilitación política de uno de los consentidos en el sexenio de Ernesto Zedillo, José Antonio González Fernández, quien fuera procurador general de Justicia del Distrito Federal, director del ISSSTE, presidente del PRI, secretario del Trabajo y Previsión Social y también de Salud.
Estos dos personajes también tienen en su currículum haber sido presidentes de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y líderes nacionales del PRI. Pero como se apuntó en el título de esta columna, por sus ascendencias políticas pueden convertirse también en la continuación de la agria disputa entre los dos últimos ex presidentes de la República de extracción priísta.
Esta contienda en la cúpula priísta necesariamente tendrá su problemática porque el alejamiento de la base, de aquellos a quienes el partido y el gobierno acostumbraron a darles y los olvidaron, se las van a cobrar. Y no porque dejaran de darles oportunidades, sino simplemente porque se sintieron traicionados, ya que la gente de la base, los de a de veras, se identifican con los colores de un partido, no como los políticos que se identifican con intereses propios.
Una prueba palpable del desencanto priista fue una reunión sostenida por María de los Ángeles Moreno con priístas de Tláhuac, a la cual asistieron pocos militantes cansados de “ver las mismas caras, con los mismos vicios, por muy bonito que nos hablen”, pese al acarreo pretendido de gente desde algunas otras delegaciones.
Pero tampoco otros candidatos. En el caso de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre tampoco le ha valido la sostenida campaña que tiene desde hace varios años. El 24 de abril el presidente del Distrito 37 en Tlalpan, Saúl Camarillo, realizó una reunión de apoyo al ex asambleísta.
Pero los militantes de los Padiernas, Migueles Hidalgo, Jardines de la Montaña, la zona de Bosques que comprende el área lujosa de Camino a Santa Teresa, la mayoría se opone a su candidatura porque tiene antecedentes penales, además de no coincidir con su forma de hacer política.
Esta coyuntura pretende aprovechar un grupo dentro del PRI para meter a José Antonio González Fernández, en la búsqueda zedillista por meter zancadillas al grupo de su enemigo Salinas.

renatoconsuegra@yahoo.com.mx

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