viernes, abril 23, 2004

Fraudes con licencias, ¿pecatta minuta?


Ha llegado el momento en que los acontecimientos diarios en torno a los actos de corrupción dan asco, comenta ya gran cantidad de gente por la calle. Pero también inocula y esto es peligroso. Existen quienes los miran como asuntos inherentes a la idiosincrasia del mexicano y, por tanto, mientras seamos mexicanos siempre van a estar presentes en nuestra vida diaria. ¡Vaya forma de taparse los ojos y ser irresponsables!
Y los más cínicos dicen que debe investigarse a los Amigos de Fox o a los involucrados en el Pemexgate, que eso si es corrupción; pretenden que la sociedad entera, los medios y quienes descubrieron los videoescándalos soliciten perdón a los mártires Gustavo Ponce, René Bejarano y Carlos Ímaz. No, corrupción es lo de Amigos de Fox, el Pemexgate, pero también asuntos mucho más pequeños, pequeñísimos, podría decirse, pero que por su gran cantidad son la simiente, y todos deben investigarse porque de otra forma nunca vamos a parar este flagelo social.
Porque si lo vemos bajo esa lógica, los fraudes que a diario se cometen al público en las oficinas de licencias y control vehicular de las distintas delegaciones, son pecatta minuta pese a que la Contraloría General del Gobierno del Distrito Federal y la Procuraduría General de Justicia en la ciudad, tienen quejas contra los funcionarios de ellas en Venustiano Carranza, Cuauhtémoc, Iztacalco, Coyoacán pero, sobre todo, Gustavo A. Madero, considerada como la oficina que más trámites realiza anualmente.
Por más cartelones que existen en las oficinas de licencias y control vehicular de las delegaciones políticas del Distrito Federal, donde se advierte sobre la corrupción, esta práctica pervive y en la GAM se ha instalado lo que puede considerarse ya como un coto de poder, al frente del cual se encuentra Araceli Coria Calderón.
Esta dama llegó a la estructura delegacional como ahijada política del director Jurídico, Felipe Romero, para hacerse cargo de la Coordinación de Comunicación Social durante la gestión de Joel Ortega Cuevas, posición que dejó a los pocos meses para hacerse cargo de la Jefatura de la Oficina de Licencias y Control Vehicular donde, junto con Romero, crearon una red para allegarse de recursos que reparten hacia arriba.
La llegada de Octavio Flores no cambio las cosas como era de esperarse, porque son parte del mismo equipo.
Así, Coria Calderón —quien por cierto actualmente se encuentra de incapacidad— conciente que el hijo del Jefe de la Oficina de Control Vehicular, Luis Hernández González, del mismo nombre, trabaje sin plaza, y que con atribuciones que corresponden a los empleados de planta, realice trámites directos con el público donde cobra por cada uno entre 50 y 100 pesos a los gestores y coyotes.
En 2002 citada oficina ya había tenido una serie de denuncias porque estos personajes realizaban todo tipo de triquiñuelas e, incluso, hubo una queja turnada a la 13ava Agencia Investigadora del Ministerio Público del fuero común, donde fue sorprendido un coyote de nombre Mauricio García Bazán, que ya se encuentra de nuevo en los alrededores.
El problema ahora se acentúa porque es precisamente Luis Hernández González quien presiona a los revisores de las diferentes ventanillas para cubrir una cuota diaria de alrededor de 2 mil pesos por cada uno. Y como está el hijo ahí, la cosa se les pone dura, ya que si, por otro lado, denuncian la corrupción a que son obligados, se las tienen sentenciada.
De acuerdo con información de la propia entidad, “en 2002 la Delegación Gustavo A. Madero emitió 117 mil 833 licencias, el más alto número en todo el DF, superando en más de diez mil a Venustiano Carranza, y atendió 42 mil trámites de Control Vehicular; lo que la coloca en el primer lugar de las 21 oficinas que existen en la ciudad, destinadas a estos servicios”.
En Venustiano Carranza la situación es la misma con la subdirector de Licencias y Control Vehicular, Eva Gatica Herrera. Y si se le rasca…
Así que la corrupción es ésta, como también la exhibida en los videos, el Pemexgate y la de los Amigos de Fox.

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