martes, abril 13, 2004

Proyecto político, no de vialidad

(2004-04-13)
http://www.lacrisis.com.mx/cgi-bin/cris-cgi/DisComuni.cgi?colum2920040413014306

El Segundo Piso de Viaducto y Periférico, como plan para desahogar parte del flujo vehicular de la congestionada ciudad de México no fue un proyecto nuevo ni producto del interés de Andrés Manuel López Obrador por dotar a la capital de la República de infraestructura de primera línea.
Siempre fue un proyecto político para aquellos que intentaron darle viabilidad y un proyecto de vida para su creador.
Había sido una empresa personal en la vida del ingeniero David Serur Edid, quien a principios del sexenio de Carlos Salinas de Gortari "vendió" la idea al entonces regente de la ciudad, Manuel Camacho Solís.
Políticamente este proyecto sería una plataforma de lanzamiento para la candidatura a la Presidencia de la República. El Segundo Piso surgiría como la obra magna para solucionar los conflictos viales de la urbe y catapultar al entonces regente.
Incluso, afirman quienes saben del asunto, Camacho Solís llegó a establecer una negociación con el fallecido magnate de la televisión privada en México, Emilio Azcárraga Milmo, quien se haría cargo de los costos por la construcción del proyecto, pero un estudio de factibilidad de suelos realizado a propósito de la cimentación de la ciudad tras los sismos de septiembre de 1985, por la principal empresa constructora de México en aquellos años, ICA, determinó la inviabilidad del proyecto.
El área que abarca Polanco y hasta la Feria de Chapultepec, entre otras, corría el riesgo de no soportar el peso estructural concluyeron entonces.
De tal forma que tras varias reuniones el poco afortunado precandidato presidencial para 1994 debió buscar otra opción para su lanzamiento y la corrección de los problemas viales de la capital, optando por el todavía vigente programa Hoy no circula, cuyo acuerdo para restringir la circulación un día a la semana (sus restricciones iniciales se han venido modificando con el tiempo), fue publicado el 1 de marzo de 1990 en el Diario Oficial de la Federación.
Posteriormente, el empresario de la televisión convenció al regente Óscar Espinosa Villarreal para que retomara el proyecto y éste anunció entradas y salidas, con casetas de peaje.
Este diseño elitista iba a ser construido por las empresas ICA y Tribasa, luego de otro estudio que no contemplaba llegar a la zona de Chapultepec, pero sí a San Gerónimo, pero el rechazo de la población fue casi unánime, pese a los beneficios que anunció el último regente de la ciudad como la construcción de más de 40 estacionamientos que quedaron en sólo uno, en las confluencias de Reforma, Morelos y Abraham González.
La alianza política del grupo de Manuel Camacho Solís (Jenny Sealtiel, Joel Ortega, Marcelo Ebrard, entre otros) con Andrés Manuel López Obrador en el Gobierno del Distrito Federal revivió el proyecto de Serur Edid, quien como Andrés Manuel López Obrador no quitó el dedo del renglón y aunque el proceso será más lento, realizarán la obra como estaba inicialmente proyectada, pero ahora en tramos.
Por cierto, existe la versión de que David Serur Edid fue el calculista de la estructura de la Universidad Iberoamericana que se cayó durante un sismo en 1981, en la colonia Campestre Churubusco.

renatoconsuegra@yahoo.com.mx

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